PROBLEMAS FAMILIARES

Durante la adolescencia es común que surjan tensiones y conflictos entre los adolescentes y sus padres.  Muchos de ellos provienen de diferencias en la forma de ver la vida, expectativas, necesidades y valores.

Entre los problemas familiares que me encuentro con mayor frecuencia en la consulta se encuentran:

1) Existencia de una comunicación deficiente: La falta de comunicación efectiva puede generar malentendidos y frustraciones. Los adolescentes pueden sentirse incomprendidos o pensar que sus padres no están dispuestos a escucharlos y como consecuencia esto los puede llevar al aumento de secretismo en la relación.

2) Desacuerdos sobre límites y reglas: Los adolescentes suelen querer más libertad, pueden percibir ciertas reglas como excesivas o innecesarias, especialmente si no entienden el razonamiento detrás de ellas. Esto puede generar frustración y resentimiento, llevándolos a romper esas reglas o a desafiar la autoridad.

3) Uso de Tecnología y Redes Sociales: La forma en que los adolescentes utilizan la tecnología suele ser motivo de preocupación para los padres. Los problemas pueden surgir a partir de la percepción de los riesgos del uso excesivo o la falta de privacidad. Todo esto conlleva el aumento de discusiones sobre el tiempo de pantalla y el acceso a internet.

4) Expectativas y presiones: Los padres a menudo tienen expectativas sobre el rendimiento académico, las relaciones o el comportamiento de sus hijos. Estas expectativas pueden ser percibidas como presiones excesivas. Como consecuencia esto puede llevar a los adolescentes a experimentar ansiedad y desmotivación, creando un ciclo de conflicto.

Es importante comprender las causas de estos conflictos y aplicar estrategias efectivas de comunicación puede llevar a una relación más saludable y armoniosa. La clave reside en la empatía, la paciencia y el deseo de trabajar juntos para superar las diferencias.

Si piensas que tu hijo necesita ayuda estaré encantada de poder ayudarte.